El Bruto

El Bruto (0 y 1)

Autor: Eric Powell (guión y dibujo), Dave Stewart y Robin Powell (color).

Editorial: Norma

Formato: 96 + 136 páginas, a color, tapa blanda.

Año de publicación: 2015
Precio: 19,9€

La lectura recomendada de esta semana es otra de esas series imprescindibles en vuestras estanterías, delirante y divertida, estoy hablando de "El Bruto", de Eric Powell.

El Pope Zombi y sus hordas de no muertos se han hecho con el control del Callejón Solitario y se proponen ampliar su territorio a toda la ciudad en una lucha homicida de bandas, sólo hay una cosa que se lo impida, el Bruto, un matón a servicio de su mayor rival, el misterioso Sr. Labrazio, dispuesto a frenarles los pies y dar de merendar una ración de puños a todo aquel que le incordie.

Si Mike Mignola (Hellboy) y Jeff Smith (Bone) hubiesen tenido un hijo bastardo se habría llamado Eric Powell y de sus manos habría salido ese gorila afeitado con diez kilos de carne picada por cabeza conocido como el Bruto (the Goon en su versión original). Y resulta extraño que ese personaje tan tosco y grotesco pudiera tener tanto carisma, pero así es. De algún modo sus historias conectan con el lector de una manera muy primaria, combinando relatos breves de misterio y terror con humor absurdo y directo. La propia idea en sí ya resulta bastante anodina, cuando el punto de partida es un relato de bandas enfrentadas que se disputan una ciudad con aires de años 20, en la que conviven bandas de gángsters zombis, paletos, monstruos, borrachos y toda clase de freaks y escoria sin oficio ni beneficio.

Pero no nos desviemos del tema, el pack de iniciación de “el Bruto” nos remite al día a día de su protagonista desde sus orígenes, para mostrarnos la facilidad con la que tontamente se suele meter en faena junto a su inseparable compañero de andanzas, el psicótico Franky, al tiempo que nos presenta al resto del elenco y habituales de la serie. En un galimatías de aventuras estrambóticas no exentas de autoparodia, en las que Powell sabe reírse de sí mismo y del género que se ha sacado de la manga mientras cuenta las historias que a él le gustan, hilando una trama de la que dará buena cuenta en esta célebre serie, que en la actualidad ya cuenta con 13 números en su haber y que es una de las más bizarras y extrañamente adictivas del mundo entero.

En el apartado gráfico Eric Powell demuestra una sobrada soltura como dibujante, aún siendo un artista autodidacta. Y en sus páginas podremos reconocer claras influencias de otros autores como Mignola, Jeff Smith, o clásicos como Kirby o Eisner. Dignas de mención son sus páginas íntegramente a lápiz que utiliza para las escenas de flashback brumoso y difuminado, o sus ilustraciones-portada con acuarelas que podemos ver entre capítulo y capítulo. A cargo del color están el gran Dave Stewart para el número cero, en esta ocasión con una aportación bastante discreta y Robin Powell en el número uno, con un trabajo bastante más remarcable y efectivo que ayuda a completar la atmósfera de esta obra.

     

Sin duda “El Bruto” no es un plato refinado hecho para paladares exquisitos, ni un cómic intelectual pretencioso… ¿Qué demonios, es que no habéis visto cómo se titula? Os diré lo que sí es, un cómic extremadamente divertido, gamberro, primario y sin ataduras. Un cóctel equilibrado de humor negro, serie B y aventuras pulp, que hará las delicias de aquellos que busquen una lectura entretenida y desenfadada con la que pasar un buen rato.

Por ello no habría mejor ocasión que la presente para engancharse a sus aventuras con este pack de iniciación que Norma Editorial ha decidido relanzar recientemente y en el que se incluyen los números 0 y 1 de la serie al precio de 19,9€. Y que entre sus extras incluye una sección de bocetos y diseños previos, una breve entrevista con su autor Eric Powell, o una galería de ilustraciones realizadas por diversos artistas.

Os aseguro que como lectura no tiene desperdicio y si lo que queréis es pasar un rato entretenido en compañía de una panda de camorristas pendencieros, este es vuestro cómic. Por ello hoy quiero darle mi sello de aprobación del Capitán Latinoamérica, esperando que la disfrutéis sin meteros en demasiados líos.