Autor:
Frank Miller (guion y dibujo).
Editorial:
ECC
Formato: 240
páginas, a color, tapa dura.
Año
de publicación: 2014
Precio: 22,5€
Este mes parece que estará
marcado por una especial presencia del caballero oscuro y el hombre de acero en
los medios de masas mundiales. Por ello no he querido perder la estela y he
decidido que la lectura recomendada de esta semana sea nada menos que “Batman: El regreso del caballero oscuro”, una de
las obras cumbre del maestro Frank Miller.
Bruce Wayne ha colgado los hábitos de Batman tras la muerte de Robin. A sus 55 años y tras una década de retiro se ha visto convertido en un hombre huraño que desde detrás de las ventanas de su mansión contempla como Gotham city se ha sumido en la decadencia, azotada por una nueva generación de criminales. Quizás eso sea demasiado para sus ojos, quizás sea el momento de volver a vestirse de aquel que nunca dejó de ser.
En 1986 el maestro Frank
Miller daría un golpe de timón en la historia del hombre murciélago que
cambiaría los paradigmas del personaje y su universo en los años venideros. Ya
desde finales de los setenta el género de superhéroes venía renovándose a
marchas forzadas, buscando explorar nuevos territorios, en una escalada
continua perpetrada por algunos de los autores más brillantes del momento, que
con el tiempo acabarían reafirmándose como grandes maestros. Una escalada
impulsada por el ánimo de buscar ese algo
más allá, y que les llevaría a entrar de lleno en la edad adulta del
género. “El regreso del caballero oscuro”
fue una de esas obras inesperadas que abofeteó la escena del comic y que acabaría
convirtiéndose en un referente absoluto desde entonces en adelante, no sólo en
el mundo de las viñetas sino también en otros medios como pudieron ser las
adaptaciones cinematográficas que llegarían tiempo después y que en mayor o
menor medida evidenciaban la huella de la obra de Miller, ya fuera conceptual o
visualmente. Sólo hace falta echar un vistazo a la muy cercana “Batman vs. Superman”, en la que la
imagen de un acorazado hombre murciélago enfrentada a la del hombre de acero parece
directamente extraída de las páginas de esta historia.
La importancia de la
creación de Miller fue tal, que años más tarde acabaría llegando una segunda
entrega titulada “El caballero oscuro
contraataca” y más recientemente hemos podido conocer el anuncio de un tercer episodio, “The Dark Knight III” actualmente
en pleno desarrollo. Treinta años han pasado entre una y otra pero la
expectación sigue siendo la misma.
Con "El regreso del caballero oscuro" Miller puso en escena a un
Batman entrado en años y hace largo tiempo retirado de sus actividades de
justiciero. Pero a pesar de que los peores villanos que han caminado sobre las
calles de Gotham siguen encerrados en el sanatorio de Arkham, parece que la
ciudad ha vivido una década de escalada exponencial del crimen,
alcanzando su culmen a manos de la sádica banda de Los Mutantes. ¿Realmente puede sobrevivir Gotham sin la figura
permanente de su protector en la sombra?
Pero el escenario es aún más
grande, son los años ochenta, los Estados Unidos siguen inmersos en la Guerra
Fría liderados por un caricaturesco presidente Ronald Reagan, y los medios de
comunicación omnipresentes y manipuladores que fomentan la mediocridad se muestran
como el verdadero enemigo de la sociedad. Por su parte la Liga de la Justicia ha sido “desmantelada”, o más bien habría que
decir que obligada al retiro, a excepción del hombre de acero, quien sigue
trabajando por encargo del gobierno desde la clandestinidad. ¿Acaso los
justicieros suponían un una dificultad para el control de las masas?
Partiendo de esta premisa,
el autor norteamericano teje el hilo de su relato en torno a la figura de un Bruce
Wayne hastiado que decide volver a enfundarse el traje de Batman tras su largo
periodo de ausencia. A lo largo de sus cuatro capítulos se desarrolla un completo
retrato psicológico del hombre murciélago que arroja varias preguntas al aire... ¿Es
el crimen la razón de ser de Batman, o es Batman la razón de ser de sus
villanos? ¿Es censurable su conducta discordante y retadora? ¿Dónde están los
límites… y si los hay quién se los debe poner?
De ahí que la historia
derive hacia una ácida sátira política y social de su época, que aún pasados
tantos años sigue pareciendo muy válida para el momento presente. Las pullas de
Miller se dejan caer sutilmente sobre la falta de valores, la manipulación de masas y los medios de
comunicación, que en muchas ocasiones se convierten en el hilo narrador de la
historia. Desembocando finalmente en un choque de locomotoras, un enfrentamiento
inevitable entre dos fuerzas de la naturaleza, que en definitiva representan el
motivo de debate central de la historia, la dócil y pulcra corrección política
de un Dios venido a la tierra frente a la terca y sucia justicia ciega de un
hombre que hace tiempo que cruzó el punto de no retorno.
En el apartado gráfico Frank
Miller nunca se ha caracterizado por la precisión y realismo en su dibujo, sino
más bien por sus figuras de proporciones imposibles y su trazo azaroso, más
preocupado por la composición de las escenas y el desarrollo de sus páginas que
por la perfección y pulcritud de las mismas. Un estilo que con el tiempo acabaría
creando escuela.
La editorial ECC en su loable empeño por mantener en
circulación títulos tan célebres de DC, alcanzó el pasado 2014 la tercera edición de la imprescindible obra de Miller, en formato de tapa dura y al
precio de 22,5€. Cargado con una
jugosa sección de extras, entre los que se encuentra el proceso desde guion a
las páginas finales, además de una extensa galería de bocetos y diseños de
personajes. Pero para los más aficionados al género, en la actualidad la propia
editorial ofrece el Frank Miller Box Set,
un completo pack al precio de 90€ que incluye los títulos: “El regreso del caballero oscuro”, “El
caballero oscuro contraataca”, “Batman año uno”, “Allstar Batman & Robin”
además de abundante material extra.
En definitiva, os hablo de una
cuidada edición de un gran clásico a la que vale la pena echarle la mano y a la
que esta semana le quiero conceder mi sello
de aprobación del Capitán Latinoamérica.
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