viernes, 30 de septiembre de 2016

El hombre que mató a Lucky Luke

El hombre que mató a Lucky Luke

Autor: Matthieu Bonhomme (guion y dibujo).
Editorial: Ediciones Kraken
Formato: 64 páginas, color, tapa dura.
Año de publicación: 2016
Precio: 20€





¡He acabado con la leyenda, he matado a Lucky Luke! Con tan lapidaria sentencia da comienzo el último y posiblemente uno de los más esperados números en la historia de la saga del célebre cowboy solitario.

Comenzábamos el año celebrando el 70 aniversario de las aventuras de Lucky Luke, una de las más magnas obras del cómic francés y a lo largo de este año se han sucedido los fastos en su honor, cuyo culmen ha llegado con este número especial, publicado primeramente en el país vecino y del que llevábamos viendo pequeñas muestras a través de las redes sociales desde hacía meses, dejándonos con los dientes bien largos a la espera de su llegada en una edición española. Y es que hay portadas que venden por sí solas, solo hizo falta un primer vistazo a esa espectacular imagen para dejarnos sin aliento y sabiendo que lo que llegaría a nuestras manos sería dinamita pura.

Setenta años son muchos y muchas también las generaciones a las que las hilarantes aventuras de Lucky Luke han entretenido, de hecho, no seré yo quien esconda su especial debilidad por el carismático personaje creado por Morris, cuyos entuertos parecían no tener fin, abocado para nuestro regocijo a un sempiterno periplo por el salvaje oeste. ¿Pero, es que no pasaban los años por el audaz vaquero, acaso el cowboy solitario nunca moriría?
Esa cuestión fue la que abordó este trabajo, que llega de manos del artista galo Matthieu Bonhomme, uno de los valores en alza del panorama francés y que ya había dado muestras de su buen hacer, cosechando las alabanzas del público con su celebrada serie Texas Cowboys, en la que ya se sumergía en un género conocido para él, el western. Y la elección de darle las riendas de este proyecto a Bonhomme no podría haber sido más adecuada y lo digo en todos los sentidos. No podría haber sido otro autor sino uno que idolatrase al vetusto personaje quien retomara sus andanzas, un autor para quien el bueno de Luke fuera en sus propias palabras, algo más que un maravilloso personaje de cómic, un compañero de viaje y un amigo de la infancia. Y esa es la pasión que destila cada una de las páginas de esta obra, que nos plantea una visión más adulta de la leyenda del cowboy, algo alejada de su habitual tono de humor, pero que le brinda la ocasión de plantear ciertas cuestiones que siempre sobrevolaron sobre la enigmática figura del famoso vaquero, manteniendo aún así la esencia de lo que eran sus historias originales, la del defensor de la justicia empeñado en desentrañar cualquier inesperado misterio allá por donde sus pasos le lleven.

En esta ocasión Luke ha llegado a Froggy Town, una población minera dejada de la mano de Dios, que se ha visto envuelta en un extraño caso del robo de su oro y donde una negligente saga familiar desempeña el ejercicio de la ley.
Sin meterse en complejas tramas argumentales Bonhomme nos conduce así en una historia que reconstruye los últimos días de Lucky Luke tras su llegada al pueblo que presenciará su caída ¿Qué oscuros secretos esconderá esta ciudad de pendencieros, pero sobre todo, es posible que Lucky Luke haya perdido su fortuna y encontrado finalmente a la horma de su zapato, aquel que logre superarle en su proverbial velocidad a la hora de desenfundar el revólver?
   
   

En el apartado gráfico el trabajo del francés es sencillamente magistral. Aportando su particular visión, fruto de su experiencia previa en el género, logra conjugar a la perfección su estilo innovador con una presentación más formal y respetuosa con el original, resultando en unas páginas en las que no faltan los espectaculares planos cinematográficos y los juegos de sombras, junto a viñetas de corte más clásico y reconocibles para cualquier seguidor de la serie. Mención aparte merecen también los colores, que se mueven a medio camino entre los colores planos del Lucky Luke de siempre y las llamativas paletas constructoras de atmósferas que nos regala Bonhomme para la ocasión. Como ya he dicho, no podría haber un autor más adecuado para la tarea.

A pesar de ese tono más adulto con el que el autor francés rinde su especial homenaje al cowboy solitario, hay que señalar que esta lectura sigue siendo apta para todo tipo de públicos, pues no hay nada en ella que resulte inapropiado o censurable. En definitiva, una innovadora pero equilibrada y respetuosa propuesta, plagada de secundarios de lujo, incluyendo un cameo, literalmente desde la tumba del maestro Morris. Un título que satisfará tanto a pequeños como a adultos, a lectores veteranos como primerizos y a cualquier amante del western en general. En mi humilde opinión, uno de los títulos del año y un autor al que seguirle el rastro de ahora en adelante. Por todo ello, esta semana le quiero otorgar mi sello de aprobación del Capitán Latinoamérica.

Ediciones Kraken vuelve a agasajarnos con este título conmemorativo, que llega en formato de grandes dimensiones, tapa dura y 64 páginas a todo color, al precio de 20€. Y os invito a que conozcáis el ya amplio catálogo de la editorial si deseáis seguir leyendo más títulos de la serie, apropiadamente dividida en dos colecciones.

¡Hasta más ver!

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