El
hombre que mató a Lucky Luke
Autor: Matthieu
Bonhomme (guion y dibujo).
Editorial: Ediciones
Kraken
Formato: 64 páginas,
color, tapa dura.
Año de
publicación: 2016
Precio: 20€
¡He acabado con la leyenda, he
matado a Lucky Luke! Con tan lapidaria sentencia da comienzo
el último y posiblemente uno de los más esperados números en la historia de la
saga del célebre cowboy solitario.
Comenzábamos el año celebrando
el 70 aniversario de las aventuras de Lucky
Luke, una de las más magnas obras del cómic francés y a lo largo de este
año se han sucedido los fastos en su honor, cuyo culmen ha llegado con este
número especial, publicado primeramente en el país vecino y del que llevábamos
viendo pequeñas muestras a través de las redes sociales desde hacía meses, dejándonos
con los dientes bien largos a la espera de su llegada en una edición española.
Y es que hay portadas que venden por sí solas, solo hizo falta un primer
vistazo a esa espectacular imagen para dejarnos sin aliento y sabiendo que lo
que llegaría a nuestras manos sería dinamita pura.
Setenta años son muchos y
muchas también las generaciones a las que las hilarantes aventuras de Lucky Luke han entretenido, de hecho, no
seré yo quien esconda su especial debilidad por el carismático personaje creado
por Morris, cuyos entuertos parecían no tener fin, abocado para nuestro
regocijo a un sempiterno periplo por el salvaje oeste. ¿Pero, es que no pasaban
los años por el audaz vaquero, acaso el cowboy solitario nunca moriría?
Esa cuestión fue la que abordó
este trabajo, que llega de manos del artista galo Matthieu Bonhomme, uno de los valores en alza del panorama francés
y que ya había dado muestras de su buen hacer, cosechando las alabanzas del
público con su celebrada serie Texas
Cowboys, en la que ya se sumergía en un género conocido para él, el western. Y la elección de darle las
riendas de este proyecto a Bonhomme no podría haber sido más adecuada y lo digo
en todos los sentidos. No podría haber sido otro autor sino uno que idolatrase
al vetusto personaje quien retomara sus andanzas, un autor para quien el bueno
de Luke fuera en sus propias palabras, algo
más que un maravilloso personaje de cómic, un compañero de viaje y un amigo de
la infancia. Y esa es la pasión que destila cada una de las páginas de esta
obra, que nos plantea una visión más
adulta de la leyenda del cowboy, algo alejada de su habitual tono de humor,
pero que le brinda la ocasión de plantear ciertas cuestiones que siempre sobrevolaron sobre la enigmática figura del famoso vaquero, manteniendo aún así la esencia de lo que eran sus historias originales, la del
defensor de la justicia empeñado en desentrañar cualquier inesperado misterio
allá por donde sus pasos le lleven.
En esta ocasión Luke ha
llegado a Froggy Town, una población minera
dejada de la mano de Dios, que se ha visto envuelta en un extraño caso del robo
de su oro y donde una negligente saga familiar desempeña el ejercicio de la ley.
Sin meterse en complejas
tramas argumentales Bonhomme nos conduce así en una historia que reconstruye
los últimos días de Lucky Luke tras su llegada al pueblo que presenciará su
caída ¿Qué oscuros secretos esconderá esta ciudad de pendencieros, pero sobre todo, es posible
que Lucky Luke haya perdido su fortuna y encontrado finalmente a la horma de su
zapato, aquel que logre superarle en su proverbial velocidad a la hora de
desenfundar el revólver?
En el apartado gráfico el
trabajo del francés es sencillamente magistral. Aportando su particular visión, fruto de su experiencia previa en el género, logra conjugar a la perfección su estilo innovador con una presentación más
formal y respetuosa con el original, resultando en unas páginas en las que no
faltan los espectaculares planos cinematográficos y los juegos de sombras,
junto a viñetas de corte más clásico y reconocibles para cualquier seguidor de la
serie. Mención aparte merecen también los colores, que se mueven a medio camino
entre los colores planos del Lucky Luke de siempre y las llamativas paletas constructoras
de atmósferas que nos regala Bonhomme para la ocasión. Como ya he dicho, no podría haber un autor más adecuado para la tarea.
A pesar de ese tono más adulto
con el que el autor francés rinde su especial homenaje al cowboy solitario, hay
que señalar que esta lectura sigue siendo apta para todo tipo de públicos, pues
no hay nada en ella que resulte inapropiado o censurable. En definitiva, una innovadora pero equilibrada y respetuosa propuesta, plagada de secundarios de lujo, incluyendo un
cameo, literalmente desde la tumba del maestro Morris. Un título que satisfará tanto
a pequeños como a adultos, a lectores veteranos como primerizos y a cualquier
amante del western en general. En mi humilde opinión, uno de los títulos del año y un autor al que seguirle el rastro de ahora en adelante. Por todo ello, esta semana le quiero
otorgar mi sello de aprobación del Capitán Latinoamérica.
Ediciones
Kraken vuelve a agasajarnos con este título conmemorativo, que
llega en formato de grandes dimensiones, tapa dura y 64 páginas a todo color, al precio de 20€. Y os invito a que conozcáis el ya
amplio catálogo de la editorial si deseáis seguir leyendo más títulos de la serie,
apropiadamente dividida en dos colecciones.
¡Hasta más ver!
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