Autor: Mike
Dawson (guion y dibujo).
Editorial: Ediciones
La Cúpula.
Formato: 308
páginas, blanco y negro, tapa blanda.
Año de
publicación: 2009
Precio: 20€
Desde
que tiene memoria Queen ha acompañado a Mike en los momentos más importantes de
su vida. Su infancia, su adolescencia, su vida adulta... y es que nadie como ellos ha logrado expresar mejor sus emociones compartidas. Ahora todos los recuerdos de su vida han quedado íntimamente ligados a la música y la vida de los británicos. Como él mismo dice... "cuando pienso en Queen, puedo recordar toda mi vida".
En “Freddie y yo”
nos encontramos con la autobiografía de su propio autor, el británico Mike
Dawson, quien en un ejercicio de honestidad brutal decidió plasmar sobre el
papel la historia de su propia vida ¿Pero por qué hablar de tu propia vida, acaso
se trata de un ejercicio de narración básica en primera persona, quizás un
alarde de egolatría, o quizás las ansias de trascender?
Esa es la palabra clave, la trascendencia y es que no todos en este mundo estamos destinados a
dejar una huella imperecedera, a marcar un legado que logre marcar a otras personas.
Sin embargo ese era el mensaje que resonaba en la cabeza del pequeño Mike desde
su más tierna infancia, un mensaje cargado de épica y vehemencia, de energía
vital y sueños por cumplir, un mensaje cantado a los cuatro vientos por un
hombre igualmente vehemente y enérgico, el histriónico y altivo Freddie
Mercury, cuya voz y melodías lograron iluminar el camino de toda una generación,
haciendo algo más grande y colorido un mundo a veces tan pequeño y abotargado.
Al igual que ocurre con otros estímulos, nuestra memoria
tiende a recuperar ciertos momentos de nuestra vida a través de los diferentes
sentidos, valga como ejemplo la memoria olfativa, cuando una fragancia logra transportarnos
de vuelta a cierto capítulo pasado de nuestra propia historia, del mismo modo
que podría ocurrir con nuestra memoria visual, más directa y evidente. Pero
también está esa otra memoria, la memoria auditiva, esa misma que tantas veces y por
sorpresa logra catapultarnos hacia experiencias casi olvidadas ya escondidas en
algún rincón oscuro de nuestro cerebro. Mike Dawson creció acompañado por las
melodías de una de las más grandes (si no la más) bandas de rock de la historia,
Queen. Y gracias a ellos se sirve de
esos recuerdos para construir un relato visceral y dotado de una gran carga
emocional, en el que traza un pormenorizado periplo a lo largo de su vida, una
vida llena de esperanzas, que por otra parte siempre estuvo vinculada por unos lazos
invisibles a la propia existencia de la icónica banda británica. Desde los nueve años, cuando se plantaba en el salón de sus
padres admirando la presencia de un hombre travestido que irrumpía en su
televisor al grito de ¡Quiero ser libre!…
o en las ya lejanas estancias de sus queridos abuelos, sobrecogido por el poder
de la palpitante Bohemian rhapsody… o
el día que su padre debió dejarlos atrás para marcharse y atender un nuevo trabajo
en los Estados Unidos. Todos ellos vívidos recuerdos que vuelven a su memoria
gracias a un estímulo reforzado y más sólido que las imágenes que un
niño podría almacenar en su mente, a veces tan fragmentarias, inmóviles y sin
vida.
Pero la novela del británico no peca de soberbia o de
delirios de grandeza, es la historia corriente de un hombre corriente, con sus
sueños y frustraciones, con el fin de su inocencia para entrar en la vida
adulta, con sus primeros amores, con su madurez emocional, su familia, sus amigos y sus
circunstancias... Él mismo se encarga de recordárnoslo a lo largo de este viaje,
es un hombre ordinario y temeroso que se repite a sí mismo el soniquete tan
familiar de: no quiero morir todavía, aún
no he hecho nada grande.
A menudo en la vida no resulta fácil expresar con
palabras todo aquello que sentimos y a veces es la música la que logra mostrarnos el camino y transmitir
toda esa complejidad emocional mucho mejor de lo que nosotros mismos podríamos hacerlo. Eso
hacía Mercury, el hombre sin miedo a la
vida, quien le siguió dando lecciones incluso después de su muerte. Y así lo entendió Dawson, quien lo convirtió en su modelo a seguir, intentando igualmente plasmar con su dibujo esa materialización de las emociones en una dosis concentrada de realidad. Este libro es el
homenaje a esas dos vidas que corrieron de forma paralela y al mismo tiempo tan
distantes. Una historia verídica y sincera, formal pero atrevida, dotada de una fuerza implacable que nace de la honestidad desnuda de un autor entregado.
Ediciones La Cúpula publicó en el 2009 este
remarcable título en un formato muy cómodo de tapa blanda, con un volumen de
algo más de trescientas páginas, al precio de 20€.
Sin duda se trata de otra de esas lecturas con vida
propia, un viaje interior tan ameno que se os escapará en un suspiro (de nostalgia). Para más
señas, acompañada por una banda sonora de excepción, así que
no os lo penséis más, sentaros en vuestro sofá favorito, pulsad el play de vuestro reproductor y degustad
las páginas de “Freddie y yo”. Una
obra a la que esta semana le quiero conceder mi sello de aprobación del Capitán Latinoamérica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario