jueves, 25 de agosto de 2016

Aquel verano

Aquel verano

Autor: Mariko Tamaki (guion), Jillian Tamaki (dibujo).
Editorial: Ediciones la Cúpula.
Formato: 320 páginas, bitono, tapa blanda.
Año de publicación: 2014
Precio: 24,9€











Rose y sus padres han veraneado en Awago Beach desde que ella era una niña. Es su escapada anual, su refugio. Su amiga Windy también está allí siempre, la hermana pequeña que nunca tuvo, completando su familia de verano. Pero este verano es diferente, la madre de Rose y su padre no dejan de discutir, y Rose y Windy se han visto envueltas en una tragedia que se cierne sobre el pequeño pueblo costero. Es un verano de secretos y angustias, pero al menos se tienen la una a la otra.


Las primas y autoras de origen canadiense Mariko y Jillian Tamaki vuelven a la carga con un tema ya recurrente en su producción, la añorada adolescencia. Y es que pocas etapas de la vida se perfilan tan cruciales como lo puede ser la pubertad, período sino conflictivo, cuanto menos que suele marcar un significativo punto de ruptura vital, un punto de inflexión entre los últimos estertores de la inocencia juvenil y la llegada de las responsabilidades de la vida adulta. Un argumento algo manido pero perennemente jugoso, que siempre ha dado y seguirá dando material con el que plasmar nuevos retratos de ese pequeño y tan interesante pedazo de vida.

Así Mariko Tamaki volviendo a la senda de sus anteriores trabajos logra rubricar un relato bien nutrido que nos transporta hasta el último verano de inocencia de su protagonista, Rose, una joven que año tras año acude junto a sus padres a veranear a la localidad de Awago Beach, en una experiencia que para ella pasa por ser algo más que unas meras vacaciones. Pero los años no pasan en vano y lo que hasta entonces se repetía como un ritual invariable marcado por la felicidad y la despreocupación juvenil pronto dará paso a una nueva época en su vida, una en la que deberá afrontar la cara menos grata de la misma. Con ella llegará la caída de esos gigantes que son los padres y su hasta entonces idealizada figura, porque hasta en las mejores familias se guardan secretos. Con ella llegarán las dudas, los miedos y las inseguridades ante un nuevo mundo algo más feo y lleno de dramas cotidianos. Y con ella llegará también el descubrimiento del deseo sexual y las confidencias que compartirá con su amiga Windy.

    

Por su parte Jillian Tamaki nos regala trescientas veinte páginas con las que se compone este magnífico retrato del verano muerto de Rose. Su dibujo de línea suave con cierta influencia manga es a veces sutil, a veces vehemente, pero siempre capaz de cuadrar secuencias, sensaciones o detalles como si de piezas de un puzle se tratase, saltando desde capturas de grandes paisajes y espacios abiertos hasta viñetas detalle de momentos efímeros que casi no necesitan de diálogos para hacer fluir la narración. Un trabajo sobresaliente y con alma propia que nos transportará como espectadores privilegiados a primera línea de la historia.

Ediciones La Cúpula fue la encargada de publicar en español este título por 24,9€, en un formato de tapa blanda bastante manejable a pesar de sus 320 páginas de grosor.

En conjunto las primas Tamaki se han compenetrado para construir una obra que funciona como un reloj suizo y que a pesar de su aparente volumen es una lectura muy liviana que devoraréis en un suspiro. Y por ello esta semana le quiero conceder mi sello de aprobación del Capitán Latinoamérica, confiando en que no os defraudará.


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