SENTIENT.
La sexta lectura del año fue SENTIENT, título con el que Jeff Lemire vuelve a la senda de la ciencia ficción en la que tan bien parece desenvolverse.
Relato que explora los elementos recurrentes de del género espacial más oscuro: espacios claustrofóbicos, atmósferas opresivas, una inteligencia artificial dominante y una tripulación pugnando por sobrevivir, compuesta únicamente por niños que se han visto abandonados a su suerte.
Una premisa intrigante, con el telón de fondo de las relaciones de familia, llevada a cabo gracias al muy solvente apartado gráfico de Gabriel Walta, quien logra rubricar un trabajo excelente.
Relato que explora los elementos recurrentes de del género espacial más oscuro: espacios claustrofóbicos, atmósferas opresivas, una inteligencia artificial dominante y una tripulación pugnando por sobrevivir, compuesta únicamente por niños que se han visto abandonados a su suerte.
Una premisa intrigante, con el telón de fondo de las relaciones de familia, llevada a cabo gracias al muy solvente apartado gráfico de Gabriel Walta, quien logra rubricar un trabajo excelente.
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