martes, 18 de agosto de 2015

A.I.D.P.

AIDP: Vampiro

Autor: Mike Mignola (guión), Gabriel Bá y Fábio Moon (guión y dibujo), Dave Stewart (color).
Editorial: Norma Editorial.
Formato: 144 páginas, a color, tapa blanda.
Año de publicación: 2015
Precio: 16,5€


¡Buenas tardes amigos y amigas! Por fin ha llegado el momento, si con anterioridad os había recomendado la lectura de mi serie favorita de todos los tiempos, “HELLBOY”, esta semana le toca el turno a su spin-off, “AIDP”, serie creada por el maestro Mike Mignola y en esta ocasión con dibujo y guión de los hermanos brasileños Fábio Moon y Gabriel Bá.

Tras los terribles acontecimientos acaecidos en 1947, el agente de la AIDP Simon Anders ha iniciado una enloquecida cacería para acabar con todos los vampiros responsables de sus males. Ofuscado por sus demonios interiores acabará en un pueblo de Checoslovaquia donde brujas, vampiros y la mismísima diosa Hécate podrían arrastrarle a un fatídico final.

“AIDP: Vampiro" es el último número de la serie publicado hasta la fecha en España (a la espera del próximo capítulo de “El infierno en la tierra” programado para septiembre) y supone la continuación del arco argumental iniciado con los comics 1946, 1947 y 1948, con los que su creador Mike Mignola quiso abordar un terreno casi inexplorado hasta entonces en su producción. Lo cierto es que, entre los demonios del complejo universo de Hellboy y los monstruos apocalípticos de la serie AIDP, los vampiros todavía no habían encontrado un lugar digno en las historias del autor norteamericano. Una cuenta pendiente que quedaría saldada en este arco argumental que se ramifica de la serie principal, y cuya historia retrocede a modo de flash-back hasta la década de los 40, para hablarnos algo más detalladamente sobre los orígenes de la Agencia de Investigación y Defensa Paranormal y los primeros casos a los que se enfrentaron sus protagonistas.

El presente número es la continuación directa de “AIDP: 1947”, que retoma la historia personal del agente Simon Anders, único superviviente de una peligrosa misión en la que debía combatir a una pareja de pérfidas vampiresas, que para su desgracia marcarían fatalmente su  destino. Se alcanza aquí el culmen de la historia, resolviendo todos los cabos sueltos que quedaban de los anteriores episodios. El dúo formado por Gabriel Bá y Fábio Moon continúa la labor que iniciaron con “AIDP: 1947”, encargándose no sólo del dibujo sino también del guión que firman junto al propio Mignola, rubricando lo que podría ser perfectamente el punto final de esta historia. Sin embargo, su desenlace abierto sugiere una más que probable continuación en el futuro y por lo tanto la permanencia de los hermanos brasileños dentro de la serie.

En cuanto al dibujo de Bá y Moon, hay que decir que a pesar de su estilo un tanto cartoon con un diseño de personajes de proporciones imposibles, que podría parecer fuera de lugar en esta serie, curiosamente logra ajustarse muy acertadamente a la estética y estilo del universo imaginario de Mignola. Todo ello en cierto modo también gracias al inestimable trabajo del multi-galardonado Dave Stewart, colorista habitual de la serie, que siempre ha logrado crear una atmósfera constante en la colección.

Si bien este arco argumental podría leerse de modo independiente, es cierto que el desconocimiento del resto de la serie AIDP y por consiguiente la de Hellboy, podría hacer sentir algo perdidos a lectores primerizos. Por lo que ésta pasa por ser casi obligatoriamente una lectura para lectores regulares de la saga. En cualquier caso, un número muy interesante que  dejará buen sabor de boca  a todos los seguidores de la serie.


Pero hoy, una vez más, me permitiréis hacer extensible mi recomendación a toda la serie de AIDP.


¿Pero… de qué trata AIDP?

Como su propio nombre indica, la serie recoge las aventuras de la Agencia de Investigación y Defensa Paranormal, en la que tras el abandono de un descontento Hellboy, el resto de los miembros se ven obligados a reorganizarse y repartir roles, a fin de poder seguir combatiendo los peligros sobrenaturales que amenazan al mundo. Por lo tanto se trata de una historia estrechamente ligada a la saga de HELLBOY, pero de alguna manera no dependiente de la misma.
Desde el momento en que ambas historias se ramificaron allá por el 2003, correrían de forma paralela sin apenas llegar a tocarse, manteniendo tramas argumentales que parecían no tener demasiado en común, aunque siempre manteniendo la esperanza de que ambas líneas volvieran a converger en algún momento.
Los primeros capítulos de la serie llegaron con paso un tanto vacilante, en un par de números que abarcaban varias historias breves con las que sus autores querían comprobar si esta nueva serie podría funcionar por sí misma.
“Las tierras huecas” y “El alma de Venecia” ciertamente resultaron ser unos capítulos iniciales un tanto flojos, pero que por otro lado arrojaron unos resultados muy interesantes, con la incorporación de nuevos y enigmáticos miembros a la Agencia, e incluso la presentación de un nuevo cuartel general, la cosa pintaba bien. Además, esos primeros números también supondrían el descubrimiento del genial Guy Davis, quien se encargaría del dibujo de la serie durante varios años desde ese momento.
Para completar al equipo creativo, también se incorporaría al proyecto el guionista John Arcudi (uno de los autores más interesantes actualmente en el panorama norteamericano), que trabajaría codo con codo junto a Mike Mignola, escribiendo una historia que por momentos incluso lograría superar a su predecesora. Las páginas de los siguientes capítulos alcanzarían un dramatismo y una tensión mucho más patente que los de la propia saga Hellboy. Los sorprendentes y audaces guiones de Arcudi junto al macabro y sucio estilo de dibujo (marca de la casa) de Guy Davis, conseguirían finalmente construir una serie realmente memorable, con títulos tan emblemáticos como "La llama negra", "La máquina universal" o "Zona de caza" entre otros.

La serie, que ya goza de una dilatada trayectoria, se podría fácilmente dividir en tres arcos argumentales a seguir en orden:
Primeramente el iniciado con “Una plaga de ranas”, episodio clave en el que Abe Sapien cobraría un especial protagonismo, pudiendo conocer al fin su dramática historia oculta. A él se sumarían su ya conocida compañera Liz Sherman, Roger el homúnculo, el nuevo miembro de la escuadra Johann Krauss (el hombre ectoplásmico) y por su puesto el enigmático Capitán Daimio, en una lucha contra las crecientes fuerzas oscuras que amenazaban con acabar con el mundo tal y como lo conocemos.

Ya bastante avanzada la historia llegaría la ramificación a modo de flash-back de la que ya hemos hablado, iniciada con “AIDP: 1946”, en la que se ahondaría en los orígenes de la Agencia y disfrutaríamos de un papel más intenso del Profesor Bruttenholm (hasta ese momento bastante breve), padre adoptivo de Hellboy.

Y finalmente llegaría el arco argumental de “El infierno en la tierra”, actualmente en pleno desarrollo, en el cual los acontecimientos se precipitarían, llevándonos hasta un mundo apocalíptico donde la humanidad debe luchar por su supervivencia, mientras una maltrecha y desbordada Agencia intenta mantenerse a flote. Durante esta etapa ya han sido varios los artistas que han tomado el relevo de Guy Davis a cargo del dibujo: Tyler Crook, James Harren, Max Fiumara, etc... En una historia que todavía nos mantiene en vilo y cuyo próximo número podremos disfrutar a partir de septiembre.

En España ha sido Norma Editorial la encargada de publicar regularmente esta indispensable serie, que ya cuenta con 23 números en su haber. Su precio promedio es de unos 16€ por volumen. Aunque en la actualidad también existen 4 tomos integrales que recogen todo el primer arco argumental de la serie, a un precio de 29,95€ cada uno, lo que supone un considerable ahorro frente a los números sueltos (aquí podéis consultar los capítulos contenidos en cada volumen).

Como podéis comprobar tenéis lectura acumulada para una buena temporada, pero sin duda aún estáis a tiempo de poneros al día leyendo con calma y disfrutando de esta magnífica serie. Por todo ello, hoy le doy con mi más absoluta convicción el sello de aprobación del Capitán Latinoamérica a esta lectura recomendada. ¡Que la disfrutéis!

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