Autor: Peter Milligan (guión), C.P. Smith (dibujo).
Editorial: Norma
Editorial
Formato: 144 + 144 páginas, color, tapa blanda.
Año de publicación:
2008
Precio: 14€ (cada
número).
¿Alguna vez he
mencionado que no soy un gran aficionado al género de superhéroes? Pues hoy os
quiero hablar de una excepción, aunque en realidad... bien podría tratarse de
una alternativa al propio género. La lectura recomendada que os traigo esta
semana es "The Programme",
del autor irlandés Peter Milligan y el
dibujante C.P. Smith.
Durante la Segunda Guerra
mundial los nazis han estado trabajando en un proyecto secreto para crear al
superhombre con el que derrotar a sus enemigos. Pero el conflicto llega a su
fin y los alemanes son derrotados, ahora toda su tecnología secreta acabará en
manos de rusos y americanos. Durante los años siguientes ambas
superpotencias continuarán desarrollando en secreto sus propios proyectos, pero
los años de la Guerra Fría también pasan y sus trabajos acaban perdiéndose en
el limbo. Ya en la actualidad, las tropas americanas se encuentran combatiendo
en Talibstán, cuando un siniestro superhombre soviético aparece de la nada para
aniquilarlos de un plumazo. Él es solo el primero de cuatro humanos modificados
artificialmente conocidos como “las muñecas rusas”, y parece que su único
propósito sigue siendo el de derrocar al gobierno de los Estados Unidos de
América y su sistema capitalista.
El ya veterano y en ocasiones polémico autor de cómic Peter Milligan, es el responsable de esta inusual historia de superhéroes. De hecho, muy poco o casi nada tiene que ver con las historias de superhombres enfundados en mayas a los que estamos habituados. Siguiendo la estela de otros comics como el totémico “The Watchmen” de Alan Moore (del que ya os hablaré otro día), el autor irlandés nos propone una visión más cercana al mundo real, personalizada y situada en un contexto histórico muy concreto, en el que las fantasías superheróicas ceden ante una trama de intrigas políticas. Las antiguas rivalidades de la Guerra Fría son el eje central sobre el que gira esta historia, que bordea el género bélico como excusa para iniciar su historia. Rusos y americanos han seguido trabajando sobre los controvertidos experimentos que los nazis dejaron como legado tras la 2ª Guerra Mundial, pero las tensiones existentes dentro de las propias superpotencias acaban llevando al traste a sus respectivos proyectos secretos, que abandonados o saboteados parecen condenados a caer en el olvido. Pero… ¿y si no hubiera sido así? Este es el punto en el que Milligan nos transporta a una realidad que podría ser la actual, durante una polémica ocupación militar americana en Oriente medio, la ocasión perfecta para que el conflicto estalle.
El ya veterano y en ocasiones polémico autor de cómic Peter Milligan, es el responsable de esta inusual historia de superhéroes. De hecho, muy poco o casi nada tiene que ver con las historias de superhombres enfundados en mayas a los que estamos habituados. Siguiendo la estela de otros comics como el totémico “The Watchmen” de Alan Moore (del que ya os hablaré otro día), el autor irlandés nos propone una visión más cercana al mundo real, personalizada y situada en un contexto histórico muy concreto, en el que las fantasías superheróicas ceden ante una trama de intrigas políticas. Las antiguas rivalidades de la Guerra Fría son el eje central sobre el que gira esta historia, que bordea el género bélico como excusa para iniciar su historia. Rusos y americanos han seguido trabajando sobre los controvertidos experimentos que los nazis dejaron como legado tras la 2ª Guerra Mundial, pero las tensiones existentes dentro de las propias superpotencias acaban llevando al traste a sus respectivos proyectos secretos, que abandonados o saboteados parecen condenados a caer en el olvido. Pero… ¿y si no hubiera sido así? Este es el punto en el que Milligan nos transporta a una realidad que podría ser la actual, durante una polémica ocupación militar americana en Oriente medio, la ocasión perfecta para que el conflicto estalle.
En esta historia los superhéroes no se muestran como idealizados adalides de la justicia con un emblema pegado al pecho, sino más bien como guardianes obsoletos de unos ideales políticos que podrían parecer sacados de un panfleto barato de la propaganda comunista y capitalista de los años 60. Ideales que por otra parte podrían no estar tan fuera de contexto como cabría esperar. Y esa precisamente, es la excusa que Milligan emplea para meter sutiles y no tan sutiles pullas al sistema americano a lo largo de este relato.
En cuanto al dibujo, C.P. Smith busca sin disimulo el hiperrealismo en cada una de sus
viñetas, y aunque con trazos gordos y bastante garabateados consigue su
objetivo. El inconveniente es que precisamente en ese afán perfeccionista, el
artista usa imágenes reales para crear sus escenarios, un recurso con el que
personalmente no estoy nada de acuerdo. Tratándose de un medio como es el cómic,
habría resultado mucho más gratificante encontrarse con el trabajo artesanal de
un artista que dibuja a mano antes que con este truco digital. Pero esa... supongo que
es una cuestión de gustos. En cualquier caso, el uso de imágenes reales está
bastante disimulado y distorsionado como para no desentonar demasiado, y junto
a la extraña selección de colores de Jonny Rench, logra crear unos ambientes realmente
enrarecidos, que encajan a la perfección con el tono de la historia.
Este cómic en 2 capítulos fue
publicado en España por Norma Editorial
hace ya algunos años, a un precio de 14€ cada uno. Aunque no creo que tengáis
problemas para encontrarlos en las estanterías de vuestra librería habitual.
Esta es mi lectura recomendada
para esta semana y creo que os podrá gustar tanto a los lectores habituales del
género superheróico como a los que seáis
reticentes al mismo. Por eso hoy le doy el sello
de aprobación del Capitán
Latinoamérica, esperando que la disfrutéis.
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