Hoy me ha pasado algo
muy bestia
Autor: El
Torres (guion), Julián López (dibujo), Juan Albarrán (tintas), Fran Gamboa
(color).
Editorial:
Norma editorial.
Formato: 136
páginas, a color, tapa blanda.
Año
de publicación: 2016
Tras las siglas HMHPAMB se esconde la exitosa novela de Daniel Estorach que ahora llega hasta nuestras estanterías en una impactante adaptación al cómic que promete convertirse en un auténtico fenómeno de masas. Esta es mi lectura recomendada de la semana:
Daniel era un tipo normal y
corriente, con una vida rutinaria como la de todos los demás. Pero eso era
ayer, hoy se ha despertado dándose cuenta de que le ha pasado algo muy extraño.
Hoy posee unos misteriosos superpoderes que le hacen parecer invencible. Ante
él se abre un mundo de nuevas posibilidades, pero sobre todo de grandes dudas
¿Qué hará con esos poderes, debería convertirse en el héroe que salve a
Barcelona del crimen y la violencia que contempla a diario? Pero ese solo será
el principio de sus preocupaciones, en la vida real quizás deba pagar un precio
muy elevado por sus nuevas facultades.
Cuando nos referimos a “Hoy me ha pasado algo muy bestia”, el
cómic basado en la exitosa novela homónima de Daniel Estorach, quizás podamos hablar de esa vuelta de tuerca al
género que tanto se echaba en falta en los últimos tiempos, un soplo de aire
fresco llegado para diferenciarse del producto mainstream al que estamos tan acostumbrados. Que por qué digo esto, pues remitámonos al muy
manido género de los súper héroes, basado en un formato ya algo caduco y
revenido a estas alturas, que ha sido tan explotado para alimentar a la siempre
voraz industria editorial que ha acabado distanciándose de su esencia original
en pro de una deriva fantasiosa destinada al consumo rápido y muy a menudo algo
vacía de fundamento.
Allá por el 2012, el autor
catalán Daniel Estorach inspirándose en vivencias personales decidió retroceder
hacia el origen, hasta los miedos más básicos que atenazan al hombre,
devolviendo al ídolo heroico a la senda de la realidad. Despojó al héroe enfundado
en mallas de colores de todo su estudiado glamur y lo plantó en plena calle,
donde debería enfrentarse a los problemas más cotidianos, a la delincuencia
callejera, la violencia de género, al abuso y al maltrato, a todos esos crímenes tan cercanos que
contemplamos con impotencia, haciendo que nos preguntemos a nosotros mismos
¿Qué le está pasando a esta sociedad, qué papel juego yo en esto? Y quizás esa
fuera la clave de su éxito, hacer empatizar al lector a un nivel tan basal.
Así nos encontramos a Daniel
(alter ego del propio autor), un chico ordinario, con una vida ordinaria, que
de buenas a primeras se despierta una mañana cubierto de inexplicables heridas.
Para su sorpresa, al ir reconstruyendo el relato de lo sucedido en la noche
anterior, descubre cómo dotado de una fuerza y agilidad sobrehumanas hasta
entonces desconocidas, logró rescatar a su vecina, víctima de los brutales maltratos
de su marido. Ese es el pistoletazo de salida para una nueva vida, en la que a
diferencia de las películas o los tebeos, no hay un guión escrito que le diga
lo que debe hacer (véase la ironía), solo un sin fin de posibilidades y sus
correspondientes inconvenientes. ¿Podría ser un héroe en la vida real? ¿Y hasta
qué punto debería sacrificar su vida privada para preservar su seguridad y la
de sus seres queridos? ¿Acaso debería explicárselo a ellos? Las preguntas
lógicas que más de uno de nosotros nos hemos planteado alguna vez en nuestras ensoñaciones. Así arranca un relato que irá creciendo paulatinamente para descubrirnos que quizás Daniel no sea el único en su género, que para su desgracia el panorama en realidad pinte más complicado de lo que inicialmente aparentaba.
Asumiendo la gran dificultad
que implicaba la adaptación de una novela a un medio como el cómic, cuyas
posibilidades y limitaciones son tan diferentes, hay que resaltar el buen
trabajo que El Torres (autor de “El
velo”, “El bosque de los suicidios”
o “El fantasma de Gaudí”) ha hecho
para adaptar y sintetizar toda la historia en un guión de lo más funcional,
algo directo al grano en ciertos momentos, eso es cierto, pero que en cualquier
caso logra adaptar al lenguaje narrativo del cómic una historia bien
presentada, estructurada y atractiva, que bien podría suponer el nacimiento de
todo un universo de superhéroes en la industria nacional.
Mención aparte merecen también
Julián López, Juan Albarrán y Fran Gamboa,
dibujante, entintador y colorista respectivamente, y un auténtico trío de ases
de sobra experimentados en la industria norteamericana, que en esta ocasión han
rubricado un trabajo soberbio (en el que no faltan guiños, homenajes y cameos), del que ya pudimos disfrutar de un adelanto hace casi un año, ahora servido al completo para ser devorado con los ojos. Y aunque
el mérito también haya que concedérselo al autor original de la obra, a quien
corresponde por derecho propio la autoría del concepto, hay que señalar que uno
de los grandes alicientes de este trabajo era que por fin podríamos disfrutar
de la imagen de su protagonista enfundado en sus ya icónicos pasamontañas y
cazadora de cuero, convertidos ahora en un uniforme que podría rivalizar con
las lujosas armaduras de los héroes de Marvel.
Tras publicar la serie de
novelas, Norma editorial ha ampliado
la franquicia con este cómic, que llega en formato de tapa blanda y cuenta
además con un prólogo de Carlos Pacheco, un epílogo del propio Daniel Estorach
y una breve galería de pin-ups a cargo de varios artistas invitados. Su precio
es de 18€.
¿Empieza aquí nuestro propio
universo de superhéroes? Quién sabe, lo que sí está claro es que se trata de
una ambiciosa, cuidada y calculada
producción con un futuro prometedor, a la que esta semana le quiero conceder mi
sello de aprobación del Capitán
Latinoamérica.
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