La pasada semana el veterano y experimentado autor Mauro Entrialgo emprendió una gira de presentación de su más reciente trabajo "Ángel Sefija: sin cagarse en diez", publicado por Astiberri, con el que retoma a uno de sus personajes más emblemáticos, el archivista de lo cotidiano siempre dispuesto a diseccionar y analizar la actualidad que nos rodea. Y como no queríamos perder la oportunidad, hasta la librería Paz de Pontevedra nos desplazamos para hablar con el autor vitoriano sobre su carrera y trabajos, en una interesante entrevista que a continuación podréis disfrutar.
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Buenas tardes Mauro, por fin llega “Ángel
Sefija: sin cagarse en diez”, que es la décima entrega de este archivista
de lo cotidiano. Después de tantos años con este personaje parece que la cosa
marcha bien.
Pues mientras sigan queriendo
contar conmigo en El Jueves
semanalmente…. Toco madera… Llevamos así dieciséis años, pues yo seguiré
haciendo el personaje. Si eso es marchar bien, pues marcha bien. Las
recopilaciones que hacemos periódicamente pues funcionan dentro de un orden de
ventas normal en la industria tan pequeñita que tenemos. El personaje fue
pesado para que durase mucho, por eso no tiene una definición muy concreta, de
forma que me permita hacer historietas de casi cualquier tipo de tema, con lo
que esta forma de pensarlo desde el principio me ha servido para desarrollarlo
durante dieciséis años.
Tal como dices, hay que reconocer que has sido muy inteligente al crear
este personaje, porque desde esa sátira y análisis de lo cotidiano prácticamente
te puedes permitir afrontar una temática ilimitada ¿Pero qué temas son sobre
los que más te interesa hablar?
La idea original era esa, poder
hablar de cualquier cosa que se me ocurriera, pero con el tiempo me he dado
cuenta que no son tantos los campos que trato, hay cuatro o cinco asuntos
troncales sobre los que me repito una y otra vez, que son: cultura (política
cultural, gestión cultural, etc), relaciones personales, consumo y
sociopolítica. Y a partir de todo eso pues la mayoría de todas las historietas
pertenecen a alguno de esos campos. A veces son relaciones personales mezcladas
con consumo o con cultura, en general son mis campos de interés. Pero es algo
en lo que me he fijado a posteriori a la hora de analizar las historietas.
Me imagino que la actualidad y esas circunstancias sociopolíticas que
mencionas dan para bastante material ¿Te preocupa derivar demasiado hacia ese
lado?
No me preocupo, lo que pasa es que
en los últimos años sí que han cobrado bastante importancia las historietas que
hago de sociopolítica, aunque siempre manteniéndome fiel a unas reglas
autoimpuestas que tengo, que son no mencionar a políticos ni deportistas. Por
dos razones, una porque creo que tanto los políticos como los deportistas son
profesionales que ocupan más cinta y más
espacio mediático del que merecen y no quiero contribuir a darles más espacio
todavía. Y por otra parte porque me gusta que mis historietas sean atemporales,
que dentro de veinte años puedas leerlas y que sigan siendo actuales. Aparte la
realidad es cíclica, si tratas un tema sin decir nombres concretos pues luego
siempre tendrá sentido al cabo de unos años, de tal forma que si a Granados le
pillan ahora robando millones y está en el talego, pues en vez de hablar de
Granados hablo de corruptos que acaban en el talego de forma general.
¿Notas si has dejado un rastro de sensibilidades heridas o personas
ofendidas a lo largo de estos años de historietas?
Pues… no lo sé. Que hayan dicho
que se han sentido ofendidas muy pocas. Ha sucedido tres o cuatro veces y
normalmente han sido colectivos que no
han entendido bien las historietas. Me acuerdo una vez que se mosquearon un
colectivo seguidor de la música folk porque yo había hecho una historia
cachondeándome del neo-folk, pero es
que en realidad ni siquiera lo habían entendido, porque el propio colectivo de
folk no entendía el concepto de neo-folk
y todos los indies reconvertidos al neo-folk… que ya no está de moda, pero
que en su momento sí lo estuvo, lo sentían como un ataque gratuito (risas). Pero
bueno, era simple cachondeo. Pero no, nada serio.
Inevitable preguntarte si hay mucho de ti metido en este personaje.
Bueno, pues es la pregunta de
siempre, que si un personaje es uno mismo, al fin y al cabo es un personaje que
se dedica a fijarse en muchas cosas. Pues muchas de las percepciones que tiene
él son las que tengo yo, pero procuro meter distintos puntos de vista. Porque
no necesariamente todos los puntos de vista que aparecen en las historietas son
el mío, porque si no sería un poco raro poder opinar varias cosas de lo mismo
(risas).
El personaje surgió como mencionabas de las páginas de El Jueves, publicación donde sigues
disfrutando de un espacio semanal…
Estos libros recopilan
historietas aparecidas en El Jueves,
pero el personaje de Ángel Sefija originalmente era un secundario de las
historietas de Alter Rollo, que aparecía originalmente en el País de las tentaciones. Con lo que, aunque la serie tiene ya
dieciséis años, el personaje tiene veinte ya. La primera historieta que dibujé
en la que aparece es de 1996.
¿Hace falta ser muy puñetero para dedicarse a esta profesión y
conseguirle sacar punta a temas que no necesariamente sean graciosos en origen?
Bueno… en realidad esta profesión
consiste en contar historias y cada uno tiene distintos mecanismos para
contarlas. A mí por lo que sea me sale mejor contar historietas que tengan algo
de humor, echar mano del humor para contar cualquier historia sea seria o no.
Hay otra gente que tiene otras formas de contarlo. Pero el modo en el que
contamos las historias no tiene mucho que ver con lo de sobrevivir, sobrevivir
haciendo cómics hoy en día tiene más que ver con dedicarse intensamente como para poder tener
muchas colaboraciones en distintos sitios y sacarte un sueldecito al final de mes,
cosa que no es tarea fácil.
Además de historietista también has trabajado como guionista en cine y
televisión, ilustrador para todo tipo de medios, músico… No sé si es que eres
un artista de éxito que se puede permitir explorar diferentes ramas o es que
para vivir del arte en España hay que arañar de todos lados.
Pues por una parte es eso,
intentar hacer todo tipo de colaboraciones para poder vivir de esto, pero por otra parte considero
que todo lo que hago viene a ser lo mismo, que es contar historias, lo que pasa
es que lo hago de distintas formas. Cuando canto una canción estoy contando una
historia y cuando he tenido colaboraciones en televisión también contaba
historias, no salía ahí a hacer el chorras. Y cuando hago historietas pues más
de lo mismo, porque es lo que más me gusta y para poder vivir las cuento de distintas
formas. Pero no veo gran diferencia entre un medio y otro.
¿Algún formato en el que te sientas más cómodo?
Sí, para mí las historietas son
un formato y un medio que me gusta mucho por muchas razones. La primera de
ellas es que es algo temporal, pero el tiempo lo maneja el consumidor, es
decir, el cine es temporal, pero como no hayas oído una frase no puedes volver
para atrás, bueno, puedes dar para atrás al reproductor pero destrozas el cómo
está contada la historia y su ritmo, sin embargo con el cómic puedes ir rápido
si te apetece, puedes leer las páginas con mayor velocidad, puedes ir para
atrás, puedes empezar por la mitad, es más inmediato, me gusta bastante por
eso. Y a la vez es un medio híbrido entre literatura, narración y muchas otras
cosas que hace que me guste bastante.
Da la impresión de que tiene más peso la narración que el propio dibujo
en tus historietas.
Bueno, yo no lo considero así. Yo
creo que hago el dibujo que considero más apropiado para contar las cosas de
esta manera. Cuando voy a contar una historia en la que el dibujo tiene que ser
de otra manera pues intento hacerlo de otra manera, o si mis habilidades
técnicas no llegan pues echo mano de otros dibujantes. Pero no creo que haga el
guion y luego haga cualquier dibujo, de hecho a veces cuando he trabajado con
otros dibujantes y hago humor, me molesta que los otros dibujantes no tengan
una dirección de actores, por
llamarlo de alguna manera, similar a la mía. Yo controlo las expresiones
exactamente como quiero que las tengan mis personaje y hay otros autores que no
creo que tengan esa dirección de actores
como la que yo manejo. Ahora, cuando necesito pues… dibujar un portaviones,
pues seguro que hay otro dibujante que los dibuja mejor que yo (risas).
¿Cómo es tu proceso creativo?
Primero apunto ideas en libretas
que llevo a todos lados por la calle, o en el ipad, en un documento que tengo
en la nube, al que luego puedo
acceder desde el ordenador y esas ideas van sumándose a un extenso documento
que tiene ya unas cuatrocientas páginas y que reviso cuando me pongo a escribir
una historieta. A veces esas ideas no llegan a nada, les doy siete vueltas pero
no funcionan, otras veces sin embargo de una buena idea me salen varias
historietas… Y cuando voy tirando de esas ideas hago el guion, lo paso a un
folio, lo rotulo, dibujo a lápiz, paso a tinta, luego ya lo escaneo y en el
ordenador lo coloreo y envío al servidor que sea.
Veo que trabajas más con técnicas tradicionales y dejas el ordenador
únicamente para el final.
A medias, es un cincuenta por
ciento en realidad, porque no es solo colorear, también retoco las líneas
negras o hago todo tipo de añadidos. Pero lo que es la composición y el dibujo
lo hago siempre en analógico.
Fuiste muy precoz en esta profesión ¿A qué edad empezaste?
Pues profesionalmente y cobrando…
a los diecisiete años publiqué mi primera página en el Makoke, en 1982.
¿Y a lo largo de estos años te has topado con alguna censura?
Algunas veces, sí. Pero han sido
puntuales, lo que pasa es que han sido muy sonadas, en el País de las tentaciones cuando estuve con Alter Rollo pues acabaron
echándome porque hablé sobre el levantamiento de la prohibición de las drogas,
en Público tuve un par de problemas
al final porque hice un par de chistes sobre la dirección del periódico, pero
bueno… tampoco demasiadas. Lo que sí ha pasado, que le pasa a casi cualquier
persona que se dedique a publicar en los medios de comunicación, sean
periodistas, dibujantes o fotógrafos, es que en ocasiones nos han dado el toque
por hablar de marcas comerciales, porque en la actualidad la censura económica
es más fuerte que la política, o están mezcladas, porque al fin y al cabo la
política la lleva la economía y los medios de comunicación que viven de la publicidad se ven agarrados
por las marcas de tal forma que no puedes mencionar nombres. Hablar de El Corte
Inglés o de Movistar no es bien recibido en un medio de comunicación español.
También estás hecho una fiera de las redes sociales e internet ¿Es
internet solamente una plataforma o ves el futuro en el formato digital?
Pues depende del futuro de qué. O
sea, hay muchas formas de utilizar el digital, mi página web y las redes
sociales las utilizo como sistemas de comunicar las cosas que estoy haciendo,
normalmente más que para divulgar contenidos. Y las ediciones digitales de mis
tebeos de momento las estoy utilizando
para difundir aquellos tebeos que ya no están en papel. Pero bueno, hay
muchas otras maneras de considerar el medio, hay gente que saca los tebeos a la
vez en papel y digital, hay quien sólo los saca en digital, no sabemos cómo evolucionará. Hay algunas cosas
claras que podemos ver… sabemos que los periódicos van a ser los primeros
medios en papel en cerrar, porque creo que no tiene ningún sentido comprar una
publicación con noticias que ya has leído en internet el día anterior. Pero los
tebeos en papel reo que tienen aún un largo recorrido.
Sigue existiendo ese fetichismo por la posesión física y el
coleccionismo.
Por una parte hay eso, el
fetichismo coleccionista que por ejemplo se puede ver en los coleccionistas de
discos, que en poco aventajan al mp3, que hoy en día se puede escuchar a la
misma o mejor calidad en tu ordenador. Pero con los libros y cómics creo que
también funcionan otras razones prácticas, un libro lo puedo llevar doblado en
un bolsillo, si llueve no le pasa nada, si lo pierdo en un bar tampoco pasa
nada, en cambio si llevas el ipad tienes que andar con más ojo, porque llevas una cosa que vale un dinero. O sea
que tienen ciertas ventajas que van más allá del fetichismo.
Recientemente también hemos podido ver el cómic de Teresa Perales, en
el que trabajas como guionista, cuéntanos de qué trata este trabajo.
Pues es un encargo de la
Fundación Telefónica que ha coordinado Borja Crespo y se trataba de dar a
conocer la figura de la nadadora paraolímpica Teresa Perales. Y con muy buen
ojo decidieron que era mejor que el tebeo tuviera un guionista/coordinador que
tuviera una visión del conjunto y que no sucediera eso que suele ocurrir en los
tebeos colectivos, que cada uno entregue lo que quiera sobre un tema y ya está,
porque suele quedar una cosa llena de redundancias, o con olvidos de ciertos
asuntos y no suele quedar un resultado coherente. Entonces había un listado de
dibujantes que se consensuó entre el coordinador, la Fundación y también yo al
final, me documenté durante muchísimo tiempo, me leí todos los libros de
Teresa, documentales, estuve entrevistándome con ella y al final toda la
información que recogí sobre ella pues la he mostrado en el tebeo,
principalmente de su carrera deportiva, su vida personal y de algunas ideas que
tiene ella de la vida. Sobre todo queríamos alejarnos del biopic al uso que suele haber cuando sacan la vida de un
deportista, donde te cuentan desde que nació hasta cómo va logrando los
triunfos. Eso lo hemos dejado en dos páginas que explican brevemente su carrera
y luego nos hemos decidido por distintos formatos, que van desde el pasatiempo,
al poster, los chistes, a las historias de todo tipo de tonos.
También eres socio fundador de TMEO ¿Sientes la necesidad de tener un mayor
control absoluto de lo que vas a publicar en comparación a otras publicaciones en
las que ya te dan unas directrices establecidas?
No, en realidad el TMEO no deja
de ser un fancine, una revista donde
no se paga a los colaboradores y que colaboran por otras razones. Las razones
para que exista TMEO son principalmente dos, la primera es que la gente que
todavía no tenga unas habilidades técnicas
que puedan ser consideradas como de un profesional tenga un sitio donde
publicar y donde ir puliéndose. Y la
otra es que la gente pueda publicar sin ningún tipo de censura aquellas cosas
que les dé la gana, tanto los que están empezando como profesionales que publican
en otros lugares. Yo no suelo tener ya muchos problemas para publicar en otros
sitios y también es verdad que internet ahora da la posibilidad a la gente de
publicar todo tipo de cosas, pero sí que seguimos ejerciendo esa función,
porque yo creo que está bien que exista un lugar en papel donde la gente pueda
seguir publicando lo que le dé la gana. Pero no es una revista que mantenga
para mis propios trabajos, de hecho yo colaboro muy poco, sí que me permite
hacer algún experimento, recientemente he hecho historietas apropiadas de otros
dibujantes que no podría hacer en ninguna otra revista, porque es un proyecto
raro que colisiona con los derechos de autor, pero la razón principal es para
crear una cantera y un campo de pruebas y luego para pasárnoslo bien claro.
Para finalizar esta entrevista me gustaría preguntarte… ¿Sabrías
explicarme qué es un centro de interpretación?
(risas) ¿Pero no te ha quedado
claro en la historieta de Ángel Sefija? Pues un centro de interpretación es un
museo que tiene muchas explicaciones y pocos objetos, mientras que un museo es
un lugar que tiene muchos objetos y pocas explicaciones.
Muy conciso y concreto (risas). Muchas gracias por tu tiempo Mauro.
Gracias a ti.
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Como siempre quisiera despedirme hasta la próxima ocasión dando las gracias a Mauro Entrialgo por su tiempo y amabilidad y a la Librería Paz de Pontevedra por organizar el evento.
Roberto M. Lamosa
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