jueves, 20 de abril de 2017

Entrevista a Xulia Pisón


Para quienes todavía no la conozcan, Xulia Pisón es una de las autoras más prometedoras del venidero panorama comiquero. Esta chica que viene pisando fuerte en el panorama de la BD gallega y con muchas ganas de lanzarse al nacional, cuenta entre sus méritos con ser ganadora del certamen Xuventude Crea; apasionada fanzinera creadora de McCactus, está metida en todos los fregados y festivales de autoedición y ahora está presentando su trabajo recopilatorio, con prólogo de David Rubín,  titulado “( – 1)”, que publica gracias a Alita Comics.
Aprovechando su parada en la ciudad de Pontevedra durante su pequeña gira de presentación, aprovechamos para hacerle una breve entrevista con la intención de conocerla un poco más.

                                                          __________________
   

Hola Xulia, parece que entre los fanzines y este trabajo le estás cogiendo el gusto a esto de la autoedición ¿Hay algo de masoquismo por seguir un camino tan sufrido o es pasión pura y dura que busca el camino por el que salir?

Yo creo que es más necesidad que otra cosa. Cuando saqué el McCactus yo solo quería tener un cómic hecho en formato físico, porque bueno, es distinto tener el tacto del papel y ver tu propio libro, aunque sea en fotocopias, que subir cosas a internet. Entonces… sí, con el tema de los fanzines, obviamente si tuviera la oportunidad de publicar en una editorial pues no lo dudaría, pero los fanzines son eso… Para mí son más una necesidad o un medio para expresarme que amor al sufrimiento por hacerlos (risas).

Una vez más me encuentro con una valiente apuesta por la vocación y esa pasión de la que hablas. En tu caso habías estudiado enfermería y ejercido durante varios años la profesión, pero se acabó tu camino por ese lado y decidiste apostar por tu pasión… contar historias y dibujar ¿Cómo surge todo esto?

Pues bueno, dibujando llevaba toda la vida, pero nunca me atreví a hacer nada. Cuando tuve la oportunidad con dieciocho años, cuando estás decidiendo qué hacer con tu vida, pues tenía demasiado miedo y veía que todo el mundo dibujaba mejor que yo y pensé… no, yo no puedo hacer Bellas Artes. Y así, por circunstancias de la vida acabé estudiando enfermería, porque me tiraba bastante el rollo sanitario. Pero bueno… entras en el mundo laboral, empiezas a ganar dinero y ya enganchas. Estuve seis años trabajando, pero llegó un momento en que me di cuenta que no era lo mío, no era una profesión que me gustara especialmente… tampoco es que me disgustara, pero bueno, no era lo mío. Así que se juntaron una serie de circunstancias personales y me dije… es ahora o nunca, voy a intentarlo y si no lo consigo pues ya se verá. Y así es como llegué aquí. Me metí en un curso de cómic con Alberto Guitián y me entró el gusanillo. Empecé a hacer las tiras de McCactus sin mayor intención y me hicieron tanta gracia que decidí seguir con el fanzine entero.

Y ahora que presentas este ( – 1), cuéntanos en qué consiste.

Es una recopilación de las historias que hice a lo largo de los últimos años. Son historias cortas todas ellas, cada una de su padre y de su madre, pero con un hilo conductor que yo creo que es el miedo humano a la muerte y a la soledad, a recorrer nuevos caminos. Que además creo que es algo que enlaza con mi decisión vital de empezar a hacer cómic y dejar la enfermería. Así que en cierto modo es un estudio de las relaciones y los caminos que a veces tenemos que hacer solos, a pesar de que puedan dar miedo.

Como decíamos antes, estás muy metida en el mundo fanzinero e incluso vas haciendo tus primeros contactos con… entre comillas, tus padrinos en el mundo del cómic, que te aconsejan o con los que intercambias opiniones… ¿Te animan mucho? ¿Cuál sería el siguiente paso a dar en este mundo?

Pues ahora mismo estoy con el proyecto final del ciclo de ilustración que comencé hace dos años. Es mi oportunidad para meterme a hacer algo más largo, una historia de unas cincuenta páginas, que sería el siguiente paso lógico después de las catorce páginas que creo que hasta ahora son mi máximo en una de las historias de astronautas aquí incluidas (risas). Y bueno, a ver qué pasa. Yo, como en todo, me meto de cabeza a ver si logro hacer las cosas y cuando estoy metida en faena sigo para delante, mejor o peor, pero empezaré a hacer esta historia larga y a ver qué pasa con ella. Ya veremos si la gente está interesada. Pero del nuevo proyecto prefiero no comentar mucho, me da miedo gafarlo (risas).


¿Crees que el fanzine sigue siendo el mejor camino del autor novel para darse a conocer y comenzar en el mundo del cómic?

Si hay una manera mejor, que alguien me la chive (risas). No lo sé, quizás ahora con internet la autoedición no es necesaria para que te conozcan. Hay muchos ejemplos de gente que triunfó a través de las RR.SS. Pero las redes requieren un nivel alto de mantenimiento, hay gente que vale para eso, a mi me da demasiada pereza... Y además en internet se pierde esa magia del papel. Creo que el tema del fanzine es más una cuestión de fetichismo, de la posesión del objeto. Algo parecido pasa en la música, con los vinilos, ahora que existen mil plataformas para escucharla online. Somos coleccionistas y acumuladores de chismes por naturaleza (risas).

Por lo que parece, tienes gusto por la ciencia ficción para contar tus historias.

En realidad no importa donde pongas una historia si es buena, porque pueden funcionar igual tanto si son en el espacio, o en una carreta de vaqueros. Si la historia es suficientemente buena y tiene ese factor humano, que es lo que a mí me resulta tan interesante de contar, no importa dónde la desarrolles, va a funcionar siempre. Obviamente me gusta la ciencia ficción, así que por qué no. También me da más oportunidades de hacer cosas que no podría hacer en otros mundos.

Conociendo un poco más tu trabajo en internet y las redes sociales he quedado gratamente sorprendido con el estilo tan depurado que tienes. No sabría cómo definir esa mezcla entre cómic americano mezclado con tu propia personalidad ¿Cuáles dirías que son tus influencias en este sentido?

Pues en mi estilo de dibujo… realmente es tan personal, que no puedo huir de él ni cuando quiero. Hay mucha gente que es capaz de hacer mil estilos e imitarlos, pero yo soy frustrantemente incapaz de cambiarlo. Lo he mejorado un montón en los últimos dos años, pero sigo siendo yo, es imposible escapar de eso. Además, como te decía, al entrar tarde en el mundo del cómic, la mayor parte de mis influencias artísticas provienen de otros sitios, del mundo literario y cinematográfico, como con Sam Shepard, dramaturgo, actor y escritor, que para mí es uno de los genios contemporáneos; Eastwood o Spielberg en el cine. En cuanto a cómic, están por ejemplo Craigh Thompson, que me encanta como dibuja, con ese estilo súper suelto; también Blutch, Frederik Peeters. Además, claro está, gente que tenemos en el país, como Emma Ríos o David Rubín, que al fin y al cabo son los que más me aconsejan, porque como hablas y tienes relación con ellos es imposible que de algún modo no te influencien. Hay muchos más y nunca me acuerdo de todos. Pero lo más importante para mí, mi principal musa y mi fuente de inspiración más esencial es sin duda la música.

Como sueles decir, tienes una forma algo impulsiva a la hora de afrontar un trabajo y prefieres ponerte a dibujar inmediatamente ¿Te resulta más conflictiva la elaboración de los guiones?

Tengo problemas con ser metódica y ser organizada. Efectivamente yo empiezo a dibujar y de pronto me encuentro con que tengo una página estupenda hecha y me pregunto… ¿Para qué? Si no tengo nada más que hacer con esto… Porque no tengo una historia detrás, o porque simplemente quería hacer algo de una página. Entonces me cuesta bastante ponerme a escribir un guion y elaborar una estructura de las páginas. Sí, me cuesta muchísimo seguir esos pasos. Yo me lanzo a dibujar, que es lo que a mí realmente me gusta y después siempre tengo que cambiar cosas sobre la marcha, porque el guion que hago a posteriori no funciona. Tengo o tenía un método bastante caótico y ahora intento esforzarme en hacer bien las cosas, estoy haciendo los deberes (risas). No se trata tanto del guion o del dibujo… más bien de llevar las cosas como tengo que llevarlas, primero una cosa y luego otra, no mezclar todo el proceso… Y bueno así va saliendo (risas).


Voy a cambiar de tema un poco bruscamente, pero ya que eres la primera mujer a la que tengo ocasión de entrevistar… te ha tocado.

Vaya por Dios (risas).

… en realidad no sé si es una pregunta que sobra a estas alturas de la película, pero… se sigue hablando mucho de la escasa visibilidad de las mujeres autoras, como en el caso de la última edición del Salón de Barcelona sin ir más lejos ¿Hay que seguir preguntando por el papel de la mujer en el mundo del cómic o ya es una pregunta algo rancia? ¿Qué opinas?

Es la primera vez que me preguntan por este tema, así que… Yo creo que reivindicar el papel de la mujer tiene que hacerse en todos los ámbitos, sigue y seguirá teniendo que hacerse durante mucho tiempo. Se ve que las cosas no funcionan… ¿Cuántas autoras habrá en la actualidad? y de una calidad alucinante además; ¿en el caso del Salón de Barcelona cuántas estaban representadas?… muy pocas. Entonces sí que hay que reivindicarlo obviamente. De alguna manera también veo que este problema me ha pasado un poco a mí, todo lo que hago no lo hago pensando en si soy mujer, lo hago y punto, pero luego, cuando te mueves por ahí con tu trabajo y alguien se te acerca y dice… Pero eres chica… dibujas muy bien para ser chica… Lo que quiero decir es que cuando trabajas, como cualquier otra persona, lo haces en un estado mental asexual, pero cuando te encuentras en esta situación y enseñas tu trabajo parece que de pronto solo se fijaran en eso.
Yo no soy consciente de nada de eso a la hora de dibujar o escribir mis historias. Si la mayoría de mis personajes protagonistas son masculinos es porque coincidió así, quizás el siguiente sea una mujer, pero no es algo en lo que piense. Así que la cuestión no es lo que hagan las autoras, es lo que la gente les ponga encima por ser chicas. A un hombre seguramente no le harías esta pregunta, que no digo que esté mal hecha, todo lo contrario, pero esa es la cuestión, que hay que hablar de ello y ponerlo en valor. A veces cuesta más esfuerzo llegar a donde estamos, también siendo autoras.

No te voy a torturar mucho más, así que ahí va la última pregunta… aunque parezca propia de una entrevista de trabajo ¿Dónde te ves de aquí a cinco años?

Mi má… pues ojalá que esté publicando algo mío. Ojalá que sea antes incluso (risas). Espero tener una buena historia larga que contarle al mundo.

Pues esperemos que así sea, aguardaremos impacientes. Gracias por tu tiempo Xulia y mucha suerte.

Gracias a ti.

                                                         __________________

Una vez más mis agracedimientos a Xulia Pisón y a la Librería Paz por hacer posible este encuentro.

No hay comentarios: