Autor:
Mathieu Bablet
Editorial:
Dibbuks
Formato:
224 páginas, color, tapa dura.
Año de
publicación: 2017
Precio: 28€
En un futuro no muy
lejano, la Tierra se ha convertido en un planeta inhabitable y de la humanidad
solo queda un pequeño reducto de supervivientes que habitan en la estación
espacial USS, donde la hegemómica multinacional Tianzhu Entreprises ha
establecido un eficiente modelo social basado en el consumismo. A simple vista
parece una sociedad perfecta donde nadie se hace preguntas y todos parecen
satisfechos con su prefabricado modo de vida. Pero tras esa cortina de aparente
normalidad empiezan a aflorar los problemas: la población no acepta a la nueva
especie de animales humanizados que han creado (los animoides), un minoritario grupo
de disidentes ha iniciado su campaña de propaganda contra el sistema que los
rige y los científicos quieren empujar sus límites y convertirse en dioses
creando vida de la nada a partir de la antimateria.
Es de agradecer que en
un mercado habitualmente copado por títulos de ciencia ficción de cuestionable
calidad, de tanto en tanto surjan obras tan redondas como Shangri-la, del francés Mathieu
Bablet, de quien hace apenas una semana hablábamos por su colaboración en
la serie Doggy Bags. Hoy tenemos la
ocasión de redescubrirlo como un autor completo, ambicioso y manifiestamente talentoso,
que se ha sacado de la manga un título destinado a dejar huella.
Tomando su nombre de la
utópica y mítica ciudad perdida del Himalaya, el autor galo nos propone una ópera espacial en la que el consumismo exacerbado, la deriva social, el racismo o el control de
masas en una dictadura blanda son el motor que mueve la trama, en cuyo centro se encuentra Scott, un joven piloto que trabaja al
servicio de la todopoderosa Tianzhu, una empresa con objetivos muy
opacos que le ha encargado investigar y eliminar las evidencias de una serie de
misteriosos accidentes sucedidos en varios laboratorios de la estación espacial.
Una tarea extraña, pero perfecta para alguien que funciona como un engranaje
perfectamente engrasado del sistema y que no cuestionará su funcionamiento, de no ser porque durante el transcurso de dichas misiones se volverá a topar con
su distante hermano, quien quebrará su rutina al revelarle la existencia de un
grupo de rebeldes descontentos con su modo de vida. Para colmo, la promesa de
viajar al nuevo paraíso terrenal conocido como Shangri-la, localizado en la
luna Titán de Saturno, parece complicarse al descubrirse el polémico experimento que un influyente grupo de científicos pretende perpetrar. Los lazos que
mantienen unida su sociedad parecen estar a punto de resquebrajarse y por algún
extraño motivo él está en posición de unir todas las piezas de este intrincado puzzle.
Shangri-la es una delicia en todos los
sentidos, no solo en su apartado gráfico, que es sencillamente apabullante, un trabajo
de auténtica precisión técnica en el que el francés se ha lucido con maestría en
la creación de sus personajes, sus majestuosos escenarios, o con el manejo de
sus vívidas paletas de colores creadoras de atmósferas. Además Bablet ha
firmado un guion sólido y rico, al que no han tardado en salirle comparaciones
con grandes maestros del género como Huxley, Wells o Philip K. Dick. No en vano, la crítica social y las dobles lecturas son las impulsoras de su historia (y seña de identidad de la ciencia ficción más
existencialista) y con ellas equipara en altura el contenido y el continente de
este relato tan ambicioso como entretenido.
Pero no sería justo etiquetarla como una obra destinada exclusivamente a un público amante de la ciencia ficción, pues la cercanía de su trama y su mensaje claro la hacen accesible a un público mucho más amplio en realidad. Misterio, conspiraciones, aventura y ciertas dosis de reflexión se dan encuentro en un cómic que sin duda no pasará desapercibido y en mi humilde opinión uno de los títulos del año, al que hoy no dudo en concederle mi sello de aprobación del Capitán Latinoamérica.
Originalmente publicado
por Ankama Éditions, este título ha llegado a España de manos de la editorial Dibbuks, en un muy cuidado tomo de gran
formato, al notable pero merecido precio de 28€.
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